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Toc, toc. ¿Hay alguien ahí?
Esta semana quiero recoger dos temas de mis compañeros David Expósito y Fernando Peinado que abordan las transformaciones de la ciudad. El primero tiene que ver con la Puerta del Sol, que se sitúa en el centro de la polémica por sus escasas zonas de sombra, a pesar de la instalación de 32 toldos de quita y pon que han supuesto un millón y medio de euros para las arcas municipales.
Este elevado coste —que triplica el presupuesto inicial— se debe en gran medida a una falta de previsión. El suelo del kilómetro cero es de baja densidad debido a que el intercambiador de Metro se encuentra justo debajo. Nadie se percató de que los toldos iban a necesitar anclajes reforzados para evitar que salieran volando ante fuertes rachas de viento. Las placas de acero instaladas para este fin han ascendido a 996.200 euros, disparando el monto total de la intervención para indignación de muchos madrileños.
Con todo, estos días podría freírse un huevo en el asfalto de la Puerta del Sol. Siempre he sido un firme defensor de la diafanidad de este lugar de encuentro capaz de acoger multitudes. ¿Alguien se imagina cómo hubiera quedado la fotografía del 15-M que dio la vuelta al mundo en una plaza llena de árboles? ¿O la imagen de la proclamación de la Segunda República? Esto no quita para que la dureza de la plaza actual resulte excesiva. Las obras de Madrid Río han demostrado que existen fórmulas para ajardinar suelos de bajo espesor.
El otro asunto del que quiero hablarte es el renacer del Polígono Julián Camarillo como una ciudad de vacaciones. Esta antigua zona industrial —que acoge oficinas de EL PAÍS, la consultora Indra, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o el Banco de España— es un nuevo El Dorado para los empresarios del sector turístico, que han levantado ocho hoteles en cinco años y proyectan otros siete. En un contexto de encarecimiento de la noche en Madrid, estos alojamientos funcionan muy bien y han llevado por primera vez al polígono el ruido de las maletas con ruedas. De ello damos fe en la Redacción.
Aprovecho para contarte una novedad sobre este boletín: en julio y agosto me colaré en tu bandeja de entrada unas horas antes de lo habitual, a eso de las 14.00. Espero que lleves el calor lo mejor posible, aquí te dejo una guía con los cines de verano de Madrid para estar a la fresca cuando cae el sol.
Y tú, ¿qué opinas? Te leo en nlmadrid@elpais.es
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