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Guten Morgen, Welt. Estoy en Berlín unos días, camino a visitar a mi familia. En más de un sentido, es una vuelta a casa. Hasta hace un par de años, fui la jefa de la corresponsalía de Berlín de The New York Times y cubrí el final de la larga cancillería de Angela Merkel y el breve gobierno de Olaf Scholz. Quería hablar con mi sucesor, Jim Tankersley, porque acaba de reunirse con el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz. Eso no ocurre muy a menudo, así que quería saber más sobre lo que aprendió en su conversación. También:
Una Alemania cambiadaCada vez que vuelvo a Alemania, me sorprende lo mucho que ha cambiado en la última década. Ha dejado de lado su profunda aversión de posguerra al liderazgo militar y está invirtiendo muchos miles de millones en su rearme. Ha dejado de lado su aversión igualmente profunda a la deuda, abandonando recientemente los límites de préstamo que solían ser intocables. También está dejando cada vez más de lado cualquier reparo a votar por un partido de extrema derecha: el partido Alternativa para Alemania (AfD) es actualmente la segunda fuerza parlamentaria. Otra cosa que ha cambiado: ¡Los cancilleres alemanes hablan ahora con The New York Times! Angela Merkel nunca nos concedió una entrevista, ni a mí ni a mi predecesor; todas las plazas de su avión estaban reservadas para la prensa alemana. Me pregunté si eso reflejaba algo sobre algún cambio de la posición de Alemania en un mundo en el que Estados Unidos es a la vez crucial para el futuro de Europa y un socio cada vez más errático. Como descubrió Jim, Merz sigue teniendo una fe constante en el pueblo estadounidense. Puedes leer el perfil de Jim sobre Merz aquí. Nuestra conversación sigue a continuación. Katrin: Alemania es el país más rico de Europa y, por tanto, tiene una especie de liderazgo implícito. O, al menos, Angela Merkel lo tuvo durante mi época al frente del buró. ¿Dirías que eso sigue sucediendo con Friedrich Merz? Jim: Yo diría que sí, por una especie de proceso de eliminación. Veamos los otros países importantes. En el Reino Unido, Keir Starmer está pasando verdaderos apuros en casa. Su gobierno está sometido a mucha presión. En Francia ocurre lo mismo con Emmanuel Macron. Es una especie de mandatario saliente. Así que Merz, por el mero hecho de ser canciller alemán, tiene un papel destacado. Pero también ha intentado desempeñarlo. Una de las cosas más sorprendentes del primer medio año de mandato de Merz es lo mucho que se ha inclinado hacia la política exterior, y en particular hacia la idea de intentar ser el gran hombre de Europa. No siempre ha funcionado. También es bastante impopular en su país. Y también se enfrenta a un partido de extrema derecha en ascenso. Pero, en conjunto, sigue estando mejor posicionado que otros posibles líderes del continente, sobre todo por el dinero que puede gastar. Y creo que está intentando aprovecharlo, especialmente en lo que respecta a Ucrania. ¿Merz y los demás europeos tienen alguna estrategia sobre Ucrania? Por mucho tiempo, parecía que se trataba simplemente de “apoyaremos a Ucrania cueste lo que cueste, durante el tiempo que haga falta”. Pero creo que todo el mundo es consciente de que se está acabando el tiempo de ese compromiso. ¿Qué piensan ahora? Cuando hablas con personas cercanas a estas conversaciones, todos son muy conscientes del ciclo en el que se encuentran desde hace meses. Los ucranianos y los estadounidenses se reúnen, conversan y llegan a un acuerdo. Los estadounidenses vuelven y se lo presentan a los rusos. Los rusos dicen que no, y entonces convencen a Estados Unidos, y sale un acuerdo totalmente diferente, que es mucho menos favorable para Ucrania. Luego Merz y sus colegas líderes europeos vuelven a trabajar con Trump para intentar apartarlo de Rusia. Es básicamente como una órbita elíptica en la que Trump se acerca a Putin y luego vuelve a acercarse a Europa y luego a Putin y viceversa. Y el verdadero reto es salir de esa órbita. Aun así, Merz cree que la estrategia tiene que ser: mantener a Estados Unidos comprometido e intentar persuadir a Donald Trump de que le interesa ponerse del lado de Ucrania. Puedes criticar esa estrategia, puedes aplaudirla, pero es por lo que apuestan. Conocí a Merz antes de que fuera canciller, y siempre sentí en él una vibra de la década de 1990. Ya sabes, al estilo de la República Federal de Alemania. Hace poco lo acompañaste en su avión. ¿Qué clase de persona es? Sí, lo sentí un poco como una reminiscencia. En particular, siente una profunda admiración por un Estados Unidos que recuerda a otra época. Pasó mucho tiempo en Estados Unidos. Hablaba con mucho cariño de sus viajes allí. Le gusta especialmente Arizona. Creo que todo el tiempo que pasó allí le ha dado lo que podríamos considerar una visión idealista del país de la década de 1990. Apuesta por que Estados Unidos, al final, se pondrá del lado de los buenos cuando se trate de Ucrania. Me pareció interesante, aunque no estoy seguro de que sea cierto. Otra cosa que noté: estoy acostumbrado a los políticos estadounidenses, ya sea Trump o Joe Biden, que tienen un cierto tipo de encanto presidencial que echan a andar con los periodistas. Y realmente no tuve la sensación de que Merz intentara cautivarme. Quizá sea una diferencia cultural, pero no parecía que estuviera jugando a ser político. Solo quería hablar de economía y de Ucrania. Jim, antes de venir a Alemania, cubrías la política y la economía mundial desde Washington, D. C. ¿Qué fue lo que más te sorprendió cuando llegaste? Lo que más me sorprendió fue hasta qué punto cubrir Alemania ha sido en realidad muy parecido a mi antiguo trabajo. La sombra de Trump está en todas partes. La economía alemana depende mucho más de los caprichos de la política comercial de Trump de lo que yo esperaba al llegar. Y, ciertamente, la cancillería de Merz ha estado más dominada por sus respuestas a Trump que por la migración o la economía o un montón de otras cuestiones internas para las que yo me estaba preparando. Donald Trump ocupa un lugar muy, muy importante aquí. EN INGLÉS HAY MÁS
DEPORTESFútbol: Lo que hay que saber sobre la próxima Copa Africana de Naciones. Críquet: Cómo Inglaterra se vino abajo en el día más importante de The Ashes. Juegos Olímpicos: El “gen Hércules” es un don y una maldición para los atletas de élite. LA CITA DEL DÍA
‘Si alguien puede hacer algo, que lo haga’.—El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, hablando ante un grupo de estudiantes universitarios y académicos, dijo que se había quedado sin ideas para resolver los insalvables problemas de su país. Y añadió: “Yo no puedo hacer nada; no me maldigan”. LA LECTURA MATUTINA
El mes pasado, unos hombres armados secuestraron a 253 niños y 12 miembros del personal de la escuela católica St. Mary, en el noroeste de Nigeria. Algunos sobrevivientes compartieron sus historias con el Times, entre ellos Stephen Samuel, de 18 años. Esa noche, Stephen se despertó con voces, golpes y un hombre armado en su dormitorio. Intentó escabullirse debajo de la cama, pero ya era demasiado tarde. Formó parte del grupo al que sacaron de la escuela y condujeron por una carretera oscura, junto con su hermana de 13 años. Cuando uno de sus captores se distrajo, Stephen encontró la forma de escapar. Aquí puedes leer su historia. ALREDEDOR DEL MUNDO
Celebración anticipada de la Navidad en CaliforniaPara muchas personas de la diáspora filipina, la temporada navideña comienza extraoficialmente durante cualquier mes que termine en “bre”. La primera noche de noviembre de este año, un grupo reunido en torno a una cabina de DJ instalada en el pasillo de las cajas de un supermercado en Daly City, California, cantó “All I Want for Christmas Is You” de Mariah Carey. Cuando el DJ, JP Breganza, puso una de las canciones favoritas del público, la fiesta se desató: los compradores bailaban mientras sostenían platos de pan de sal con adobo, sisig de cerdo y brochetas de kwek-kwek (huevo de codorniz rebozado). “Solo vivimos para comer y divertirnos, y cantar, sobre todo con padres migrantes que vienen de Filipinas”, dijo Breganza. “Lo único que tenían era música y comida. Especialmente mis padres, que crecieron en la pobreza. Todo lo que tenía el barrio en aquella época era la unión”. LA RECETA
Es temporada de galletas. Por supuesto, puedes hornear y comer deliciosas galletas todo el año, pero por alguna razón siempre saben mejor en diciembre. Aquí tienes nuestras recetas navideñas más queridas. ¿DÓNDE ESTÁ ESTO?Esta foto apareció en un reportaje del Times…
¿Dónde están estos flamencos? ■ Otago Central, Nueva Zelanda ■ Región de Tarija, Bolivia ■ Tenerife, Islas Canarias ■ Valle del Maipo, Chile (Haz clic en la imagen superior para dar con la respuesta). ANTES DE QUE TE VAYAS…La nostalgia es un sentimiento poderoso. Dejé la ciudad en la que crecí cuando tenía 17 años. He vivido en muchos sitios desde entonces, y he sido feliz en la mayoría. Pero casi todas las navidades vuelvo a Osnabrück. Y de repente, ya sea por el vino caliente del mercado navideño, por los diarios con dobleces de la habitación de mi infancia o por el sonido de los CD de Dire Straits de mi madre, me siento en casa. Me hace feliz, pero también sentimental. Me encuentro lamentando los cambios: ¿Por qué la panadería necesitaba nuevos dueños? ¿Por qué una carrera de obstáculos en la piscina pública? ¿Qué tenía de malo la torre de clavados de la década de 1980? Entonces me recuerdo que el cambio puede ser bueno, pero que también, a veces, podemos permitirnos sumergirnos en la nostalgia, especialmente durante las vacaciones. Con ese espíritu, les recomiendo dos de mis películas viejas favoritas. En primer lugar, Cuando Harry encontró a Sally, de 1989, dirigida por el gran Rob Reiner, quien tan trágicamente murió el pasado fin de semana. (Su madre contribuyó con la frase clásica: “Quiero lo mismo que ella”). Y para los germanoparlantes, mi familia ve Drei Haselnüsse for Aschenbrödel, una especie de versión feminista de Cenicienta de la década de 1970 realizada detrás de la Cortina de Hierro. Mira esta escena para que te hagas una idea. Por cierto, vamos a hacer algo un poco diferente con el boletín durante las próximas dos semanas. Seguiremos dándote las últimas noticias. Pero en la parte superior, te enviaremos algunas de nuestras lecturas largas favoritas del año, o te daremos algunas cosas interesantes de lo mejor de 2025. Esperamos que disfrutes de la oportunidad de bajar un poco el ritmo. ¡Gracias por leer The World! Para mí es el mejor regalo de Navidad. Yo también tengo uno para ti: He creado una lista de reproducción con todas las canciones del mundo que he recomendado en este espacio hasta ahora.
¡Que pases un buen fin de semana y felices fiestas! —Katrin ES HORA DE JUGARAquí tienes el Concurso de ortografía, el Mini crucigrama, el Wordle y el Sudoku de hoy. Encuentra todos nuestros juegos aquí. Corrección: El boletín de ayer describió incorrectamente un ataque contra soldados estadounidenses en Siria como un incidente de violencia sectaria. Agradecemos tus sugerencias. Mándanos un email a comentarios@nytimes.com, ¿sí? |