Hola a  todos:

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La bomba estalló ayer: todo el control creativo de James Bond en el audiovisual quedan en manos de Amazon MGM Studios. La noticia nos provoca un reguero de sudor frío a los fans de 007, y merece una explicación clarificadora. Así arranca hoy la newsletter.

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Los Broccoli, familia propietaria en el audiovisual de la saga del agente 007, han dado un paso atrás. A partir de ahora será Amazon MGM quien decida los futuros derroteros de Bond, que antes controlaban los hermanastros Michael G. Wilson y Barbara Broccoli, desde que sucedieron a su padre (de ella, padrastro de él), el productor Albert Cubby R. Broccoli, que junto a Harry Saltzman inició la serie de películas del agente secreto con la productora Eon en 1961. Amazon había comprado MGM en 2022 por 8.500 millones de dólares, con su vasto catálogo de más de 4.000 películas y 17.000 programas de televisión. En el paquete también se incluían los derechos de distribución de las películas de James Bond. Pero no el poder de decisión creativa. 

Según cuenta Variety, los participantes de la operación, Amazon MGM Studios, Wilson y Broccoli, han creado una nueva empresa para gestionar los derechos de propiedad intelectual de Bond. Las tres partes permanecen ahora como copropietarias, pero Amazon MGM Studios tendrá el control creativo, y los Broccoli han recibido 1.000 millones de dólares.

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¿Por qué pasa esto ahora? Porque Wilson ha cumplido 83 años y ya se ha jubilado, y Barbara a sus 64 años no encontraba un heredero que defendiera como han hecho ellos, a cara de perro, las esencias de Bond. Entrevisté a ambos en febrero de 2022, y me dijeron cosas interesantes. Por ejemplo, que preferían no elegir su Bond favorito: “Todos fueron los adecuados en su momento. Aunque con perspectiva, la elección de Craig fue un exitazo”, apuntaba Wilson. “Ha marcado una era”. ¿Cuándo buscarán sustituto de Craig? “En 2023. Queda lejos”. Y tanto, no han llegado a hacerlo.  ¿Qué se necesita para ser Bond? “Presencia, encanto, personalidad y talento interpretativo”, desgranaba Wilson. ¿Podría ser una actriz? “No”, explicaba Broccoli, “siempre será un personaje masculino. Porque así lo hizo Fleming. El cine en general tiene que generar más protagonistas femeninos, sin duda, pero con entidad por sí mismos, no mutando a otros que existían previamente”. Barbara Broccoli, al final de su vida laboral, ha sido la auténtica chica Bond

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Y ahora, ¿qué? Broccoli padre e hija, y Wilson, no dejaron que Bond se pervirtiera. Dos ejemplos: primero, hubo una serie de televisión de 007 antes de su llegada a la gran pantalla, y desde que en 1961 Broccoli y Saltzman tomaran las riendas audiovisuales solo se le ha visto en el cine; segundo, la última entrega, Sin tiempo para morir, pudo haberse estrenado en streaming antes que en salas, pero Broccoli y Wilson decidieron esperar al fin de la pandemia para realizar el lanzamiento. Hoy, Amazon puede que se plantee hacer dos series con el personaje, otras cuatro con spin offs de secundarios y villanos, y exprimir y experimentar hasta desvirtuar al espía más famoso de la historia. James, ¿dónde estás cuando realmente necesitamos que te defiendas?

Pues ayer acabó la sección Competición de la Berlinale, y la sensación es muy amarga. He estado viendo el concurso, he visto todas las que he podido de Berlinale Special, y algunas de Panorama, Forum y Generation Kplus. Rebuscando buenas historias, y asombrado ante los esfuerzos baldíos de los organizadores del certamen porque no se hablara mucho de política en unos días marcados por la presidencia de Trump (que envió a su vicepresidente a la conferencia de Múnich a soltar aún más mierda contra Europa), el conflicto palestino-israelí y el ascenso del fascismo en todo el mundo, incluida Alemania, donde dentro de dos días, el domingo , se celebran elecciones en las que, según las encuestas, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) quedará segunda. Pero, ah, no hablemos de política. En fin...

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Por eso, que en este reportaje hablo de cómo la política sí atraviesa la Berlinale, que encima ha presentado una programación escorada hacia uno de los bandos del conflicto en Oriente Próximo; de los discursos de Hanna Schygulla y Tilda Swinton; del lío montado con las palabras propalestinas del director chino Jun Li en el estreno de Queerpanorama; del buen sabor de boca que dejó Sorda, de Eva Libertad, en un año en que tampoco ha habido mucho cine español (por más que España fuera el país focus del European Film Market); de tres grandes momentazos de cine en la capital alemana protagonizados por el Dylan encarnado por Timothée Chalamet; la proyección de Mickey 17, de Bong Joon-ho, y el estreno de Blue Moon, de Richard Linklater; de cómo cuenta en un documental los infernales incendios de 2022 en Galicia la directora danesa Robin Petré; de los nuevos juguetes fílmicos de Michel Gondry (en su caso, animación artesanal) y Marion Cotillard (que protagoniza un helado cuento de hadas dirigido por Lucile Hadžihalilović) y, finalmente, los diversos retratos de dictadores que se han visto en documentales y sátiras de ficción en varias películas aquí en Berlín. Mañana sábado, a las 18:00, el palmarés.