¡Saludos! Soy Francisco Doménech y este es el boletín de Materia, la sección de ciencia de EL PAÍS. En esta semana me ha resultado imposible destacar una sola de nuestras noticias por encima de las demás. Y es que, en los últimos siete días, nos hemos maravillado con investigaciones que han encontrado el gen que explica por qué casi todos los gatos naranjas son machos —y las gatas tricolores, hembras—; o que los chimpancés se curan sus heridas con algunas plantas medicinales que también usamos los humanos. La ciencia que abre nuevos caminos para la humanidad nos ha traído la esperanza que simboliza el primer bebé tratado de una enfermedad ultrarrara con CRISPR; y ha descubierto, por primera vez,
agua helada en un sistema planetario joven, que gira alrededor de una estrella como nuestro sol, pero que aún está en su infancia. Una prueba de que lo que sucedió hace miles de millones de años en nuestro vecindario espacial, para originar la vida en la Tierra, puede ocurrir en muchos otros lugares del universo.
Ese estudio nos hace mirar hacia el futuro del cosmos y también a nuestro pasado más remoto. Otra de las principales investigaciones de esta semana nos lleva hasta nuestra prehistoria para conocer la migración más larga de la humanidad, que llevó a los primeros pobladores de Sudamérica desde Asia hasta el extremo sur del nuevo continente, donde todavía sobreviven unos pocos de sus descendientes.
También hemos tenido novedades científicas de esas que nos podrían ayudar a enfocar nuestro día a día, y saber mejor qué hacer cuando alguien nos recomienda el mindfulness para superar un momento anímico muy bajo; o cuando vemos en redes sociales que se ponen de moda rutinas como la del ayuno de dopamina: ¿tiene algún sentido esa supuesta desintoxicación?
Con este repaso semanal podemos presumir de la ciencia como motivo de entretenimiento y de llevar más allá los límites de nuestra curiosidad y conocimiento. También como una herramienta poderosísima para redescubrir nuestro entorno y nuestra historia; o para tratar enfermedades imposibles de curar hasta hace unos meses y para encontrar nuevos hábitos saludables. Pero ojo con fiarlo todo a la ciencia, nos recuerda en una entrevista uno de nuestros maestros, el divulgador y museólogo Moncho Núñez, quien rechaza sustituir la fe en Dios por la fe en la ciencia, advierte de que quien viva una vida basada solo en la racionalidad lo va a pasar muy mal y añade: “No se puede utilizar la ciencia como argumento infalible para justificar políticas”.
Hoy, 17 de mayo, es el Día das Letras Galegas, dedicado este año a las cantareiras que ayudaron a traer historias y saberes tradicionales hasta nuestros días. Como homenaje a ellas, os recomiendo el último disco de Fillas de Cassandra, Hibernarse, que aspira a continuar esa labor mirando a pasado, presente y futuro.
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