La chicha más "todos los públicos" está en la nueva reglamentación de los discursos: "Se marca un límite máximo de cuatro personas inscritas por categoría, salvo en aquellos casos en los que la base específica de la categoría correspondiente indique un número menor u otra limitación particular. Además, las Bases determinan que únicamente una persona por cada categoría premiada podrá intervenir como portavoz del grupo para ofrecer el discurso de agradecimiento en la gala. Dicha persona deberá ser designada previamente y comunicada a la Academia con la debida antelación. El discurso de agradecimiento no podrá exceder un minuto de duración". Por fin se acaba con el pelotón de candidatos que suben a por un premio, y que todos ellos quieran saludar a su familia. El año pasado en Granada el problema principal no fueron las duraciones de los discursos (que también), sino la multitud que subió a por los cabezones, y cada ganador con un agradecimiento, un mensaje solidario y un familiar al que recordar. En Barcelona solo hablará uno y no más de un minuto. Bueno, eso desea la Academia, otra cosa es que se cumpla...
Porque no es la primera vez que la Academia intenta poner un coto a los discursos: en 2005 decidió bajar el sonido del micrófono del galardonado cuando superara el tiempo de rigor para su discurso. Belén Rueda, al ser premiada a mejor actriz revelación por Mar adentro, aprovechó su tiempo para mostrar su disgusto por esta regla.
En 2016, cuando el agradecimiento superaba los dos minutos, los altavoces de la sala comenzaban a emitir una música que no permitía al protagonista en cuestión seguir hablando. Es lo que le sucedió a Natalia Molina cuando ganó el Goya por mejor actriz protagonista por Techo y comida. Y por lo que se mosqueó Ricardo Darín, ganador con Truman: "Ya viene la musiquita", repitió en dos ocasiones. Y añadió: "Dudoso criterio para poner la musiquita, ¿no?". En 2020 se apuntó en las bases: "Los ganadores en las categorías de Mejor Película, Mejor Película de Animación, Mejor Película Documental, Mejor Película Iberoamericana, Mejor Película Europea, Mejor Cortometraje de Ficción, Mejor Cortometraje de Animación y Mejor Cortometraje Documental, podrán subir a recoger el premio en la gala, pero deberán designar a una sola persona para que, en nombre de la obra premiada, se encargue de los agradecimientos". Algo que ahora se intenta acotar más.
Acabo, que si no, voy a durar más que el discurso de Karra Elejalde cuando recogió el Goya por También la lluvia (la foto es de Karra goyizado, aunque cuando ganó con Ocho apellidos vascos): por favor, triunfadores del cine español, discursos cortos, concretos, traedlos preparados de casa y un hurra para felicitar a quien haya decidido poner mano dura a los equipos: un portavoz y todos felices a casa. Eso sí, por el bien de los periodistas, por favor, no más ex aequos en los premios gordos.
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