El análisis de la actualidad científica y todo el contexto para entenderla
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FRANCISCO DOMÉNECH
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¡Saludos! Soy Francisco Doménech y este es el boletín de Materia, la sección de ciencia de EL PAÍS. Esta semana hemos sabido que Marte es geológicamente mucho más parecido a la Tierra de lo que se pensaba, gracias a una investigación que publica la revista británica Nature, y que han realizado científicos que trabajan en instituciones chinas gracias a los datos recopilados por una sonda estadounidense: la Insight, de la NASA. La conclusión más importante de ese estudio es que Marte también tiene un núcleo sólido, una esfera de 1.200 kilómetros de diámetro. Y eso desmonta las principales hipótesis para explicar por qué el planeta rojo fue en un pasado muy remoto un planeta azul con océanos, ríos —con condiciones que hicieron posible la vida allí— y, luego, dio un giro repentino que lo convirtió en un desierto en el que los niveles de radiación son mortales para cualquier criatura que pretenda vivir sobre su superficie.
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Además de esa sorprendente conclusión, que aviva el fuego del mayor enigma de Marte, nos llamó mucho la atención que —en plena carrera entre las dos superpotencias mundiales para reconquistar la Luna y llevar astronautas también a Marte— China haya utilizado los datos obtenidos por una misión espacial de EE UU. Lo explica mi compañero Nuño Domínguez, autor de la noticia más leída de Materia esta semana:
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Cinco de los seis autores del estudio trabajan en instituciones científicas de China. El sexto es un investigador estadounidense. Ninguno de ellos forma parte del equipo científico de referencia de la misión Insight, cuya sonda dejó de funcionar hace tres años. Pasado un tiempo, los datos de estas misiones pasan a estar disponibles para toda la comunidad científica, y ellos han sido los primeros a los que se les ha ocurrido analizar esos terremotos marcianos.
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La sonda Insight fue la primera que llevó un sismógrafo a otro planeta, en concreto a la superficie de Marte en 2018. Y ese instrumento científico, relativamente sencillo aunque tremendamente delicado, fue lo que hizo posibles dos cruciales descubrimientos anteriores:
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Si la primera de esas investigaciones confirmaba algunos paralelismos esperados con la estructura de la Tierra, la segunda fue mucho más rompedora: las decenas de martemotos registrados por el sismógrafo de la Insight desmontaban la idea de que Marte es un planeta geológicamente muerto. Ahora, también el análisis de seísmos revela que el planeta rojo también tiene un núcleo interior sólido, como la Tierra. Aquí también lo supimos gracias a los sismógrafos. Aunque en su día una novedad fue muy polémica dentro de la comunidad científica; y de modo parecido, a destacados expertos no les convence mucho el nuevo estudio sobre el núcleo marciano, como podréis ver si leéis completa nuestra noticia de la semana.
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